Por: Santiago Andrés Sierra Tapia
Gestor social – Proyecto Páramos

Como bien señala la palabra “complejo” las estructuras ecosistemicas de páramo agrupadas en complejos tiene una serie de dificultades y divergencias alrededor del ideario colectivo de la conservación y apropiación de estas zonas estratégicas para la sostenibilidad económica y social del territorio que conforma la RAPE Región Central.

Ahora bien, en Boyacá se puede identificar que una parte importante de la población aún conserva grandes rasgos de la vida rural y de la producción económica de la tierra como forma de vida; sin embargo, esto va en declive debido al éxodo de la población joven de las zonas rurales a ciudades que van en crecimiento como Tunja, Duitama, Sogamoso y Chiquinquirá que poseen la mayor población en el departamento.

Pero es en el escenario de vida de los habitantes de alta montaña, en donde el Proyecto Páramos está concentrando su trabajo para generar una transformación en el estilo de vida de las comunidades, hacia la conservación de los ecosistemas y recursos hídricos que poseen.

Luego de hacer un pequeño esbozo genérico del contexto socioambiental que enmarca el proyecto Páramos de la RAPE en la jurisdicción de los complejos de páramo Iguaque-Merchán y Rabanal Río-Bogotá, es importante resaltar particularidades de cada uno de los municipios en los cuales se tiene acciones de formación ambiental para la comunidad, que para este caso se realizan en los municipios de Chíquiza, Saboyá, Villa de Leyva y Samacá.

En Chíquiza, la comunidad, en su gran mayoría, es campesina, con un limitado nivel educativo, por eso, desde la RAPE se ha planeado realizar actividades de formación ambiental que les permita tener conocimiento acerca de las nuevas prácticas de cultivo que son amigables con el ambiente.

Por su parte, en Saboyá, se evidencia una alta degradación del ecosistema y desconocimiento por parte de lo pobladores, sobre su influencia en el páramo, por los tanto, la población no tiene la conciencia de su influencia en esa zona y realizan actividades como cultivo de papa que es el principal producto para su economía local.

En cuanto a Villa de Leyva se observa una comunidad rural altamente formada en lo académico, con una baja tradición de vida campesina, por el flujo poblacional que ha tenido y que lo ha convertido en un receptor de población urbana con alto poder adquisitivo.

El contexto de Samacá es interesante, ya que existen bastantes actores en el proceso de apropiación territorial y cada uno de ellos tiene unos intereses y motivaciones distintas en relación con la protección de las áreas de páramo con las que cuenta el municipio. Por un lado, tiene una población tradicional campesina en donde se refleja las características descritas anteriormente en los municipios anteriores, pero también se tiene una alta influencia del sector minero (explotación de carbón).

Por eso, es que la RAPE, a través del Proyecto Páramos, ha determinado la importancia de realizar actividades enfocadas al entendimiento, concientización y transformación de los hábitos de vida de las comunidades para que comprendan la importancia de los ecosistemas de páramos, que resultan vitales para la continuidad de la supervivencia de los seres humanos y las especies naturales.